3/3/12

De catastrofes ambientalistas

Lineas abajo publicamos un alarmante informe ambientalista de nuestro querido amigo RG. A todas luces trasciende su espíritu seglar; muy habitual, pero también constructivo para reseñar algún complemento de análisis. En primer lugar tenemos que precisar que 500 años de historia toman cuenta de nuestra anomalía política para juzgar entre nacionalismo y república, en segundo lugar nuestro espacio fue invadido y compartido dentro de un eje extra-nacional, y por ultimo un gobierno se ejerce para quienes estamos dispuestos a recrear el ideal de sociedad que todos quieren (es decir lo bueno para reflexionar cuanto hay de bueno, lo malo para distinguirnos de él, y el deber de memoria entre quienes gobiernan. Pero qué ocurrió después del oscurantimo en Europa ? Diríamos que casi vivimos en esta misma suerte de atmósfera)... En el Perú de estos días no es razonable contaminarse con el discurso tradicional porque nos lleva a perdida, pero tampoco podemos hacer ejercicio notarial, y decir esto es de aquello y del otro, por lo cual, conviene precisar que en lo que va de este gobierno se sienten pasos firmes para reafirmar nuestro valor critico y veraz. Mas allá de una certificación notarial el propósito nacionalista de RG es la instalación de problemas que, partiendo de su análisis, deberían servirnos para construir un propósito mas saludable... En otras palabras: si usted es un nacionalista, pilas pue  !!!



Reporte Ambiental, desde los Refugios de Bolívar y Atusparia

Sin tiempo por el incansable trabajo, es bueno recapacitar de dos viajes partidarios, uno a Huaraz y otro, a la provincia de Barranca, en fines de semana, donde hubo puntos coincidentes. Una, por la conciencia de problemáticas ambientales, y la otra, porque la lideran los jóvenes nacionalistas…

En cuanto a la provincia de Barranca, precisamente en el AAHH Nueva Esperanza de Paramonga, el hollín de la industria de la caña de empresas locales como PANASA, QUIMPAC o la AIPSA del Grupo Wong, vienen originando enfermedades respiratorias, como laringitis, amigdalitis y faringitis a casi todos los pobladores de dicha zona. Esto se repite en otras partes del país, como en Andahuasi o Casagrande, que puede compararse a la contaminación de plomo en La Oroya por Doe Run, como en el Callao, o de sustancias químicas por accidentes de consorcios de energía, como de Camisea y Pluspetrol, o de relaves de minería informal o la formal de Yanacocha, que afectan a comunidades, y que siguen con sus actividades contaminantes, por el alto grado de corrupción de dirigentes y las autoridades locales del medioambiente que consienten y negocian las penalidades y los perdones.

En Huaraz, los desbordes de los ríos debido a las fuertes lluvias, sólo es comparable a la intensidad de radiación solar ultravioleta, producto del irreversible cambio climático que convierte mediodías en cáncer. El deshielo de la cordillera en los últimos veinte años la ha cambiado de blanco a negro, aspecto ahondado por mineras locales, como Antamina, Huallanca o Barrick. La desidia del Estado, representado en el gobierno regional, en cuanto al desarrollo de provincias como Carhuaz, Huaraz, Huari, etc., contrasta con la inversión de las mineras en las zonas aledañas a sus campamentos, en la construcción de carreteras y barrios como El Porvenir y Pierina, con todos los servicios para sus trabajadores, mientras el río Santa es contaminado y sesenta y cuatro ojos de agua de la cordillera negra corren el peligro de desaparecer por la extensión de actividades mineras, así como lagunas, como el Parón en Huaylas, afectada por las actividades hidroeléctricas de Duke Energy. Y del otro lado, las provincias están abandonadas en cuanto a infraestructura urbana y servicios, a pesar que Ancash es la tercera región con mayores ingresos en canon minero, que no se invierte como bien afirman, no sólo porque hay corrupción, sino por el asalto a mano armada a los millones de dicho canon. Los últimos desbordes por las intensas lluvias son paliadas ante la falta de prevención, y el proyecto Chinecas, bandera de batalla del gobierno regional, sólo beneficiaría a zonas costeñas. Los jóvenes en las regiones comprometidas son quienes más conciencia toman de la problemática, promoviendo eventos relacionados al tema, voluntariado ambiental, acciones de fuerza y alianzas con las comunidades afectadas por la contaminación, el calentamiento global y la falta del agua.

Si bien actividades extractivas y productivas, tanto minera, como energéticas e industriales, vienen contribuyendo a la contaminación ambiental desde hace buen tiempo, por desprecios a conceptos de responsabilidad social, y el cómplice ocultamiento por parte de los medios afines ante lo lejano de las provincias a las urbes; los conflictos no sólo pasan evitarlos o paliarlos, sino por priorizar esa agenda ambiental en los gobiernos, a nivel regional y nacional, ante el actual cambio climático que países como EEUU contribuyen, como máximo emisor de CO2, sin importarle ratificar el Protocolo de Kioto. La conservación del agua que reclaman frentes ambientales de defensa y ONGs del tipo ambientalista, sumados a los efectos del calentamiento en el Perú, nos obliga a tomar medidas de previsión, que incluya infraestructura hidroagrícola, para hacer eficiente uso de recursos para las nuevas generaciones que ya no verán tantos nevados, ni cordilleras blancas en las próximos años…



René Galarreta

Lima, martes 28 de febrero de 2012

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